miércoles, 9 de septiembre de 2015

"Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego"

Aun me pregunto por qué esa periodista húngara hacía zancadillas a los sirios que intentaban huir de la policía. No comprendo, por más que veo las imágenes, qué malévolo espíritu se apoderó de ella de repente para decidir patear a una niña de unos 12 años que corría detrás de su padre o a un señor con un niño en brazos que llegó a caer al piso mientras la miraba con una mezcla de incredulidad y odio.
Si odias a toda esta gente, lo lógico es que, más bien, los dejes ir de tu país. Porque, en efecto, ellos no quieren estar allí (y es que si son tratados así, es normal) y tú tampoco los quieres ahí. ¿Por qué impedir que tomen trenes, autobuses o cualquier vía para llegar a Alemania, Austria o Inglaterra? ¿Por qué dejarlos montar en un medio de transporte con la promesa de llevarlos a su destino soñado y luego desviarlos (como hacían los nazis con los trenes judíos) a un campo de refugiados? Engañarlos mientras están aterrados y hambrientos. Perdidos, sin saber el idioma y muertos de hambre y sed.
En estos últimos días he estado leyendo a muchas personas que se quejan de la decisión de esos sirios y africanos que quieren llegar a determinados países. Preguntan cosas como "¿Por qué no se van a otros países árabes con los que comparten cultura? Si son refugiados deberían quedarse en el primer país que tocan y no ponerse exquisitos con el sitio donde establecerse." Y terminan diciendo "Si escogen, dejan de ser refugiados para ser emigrantes por razones económicas". Cuando buscamos ambos términos, se consigue los siguiente "REFUGIADO: Persona que se ha refugiado en un país extranjero a causa de una guerra o de sus ideas políticas o religiosas - EMIGRANTE: Persona que vive en un país o región que no es el suyo propio de origen" En ningún lado conseguí nada acerca de querer una mejor vida a nivel económico, estudiar previamente la decisión que tomas, ni nada parecido. ¿Quién nos da la potestad de encasillar a estas miles de personas y criticar que no sean unos ignorantes, si no gente que sabe lo que quiere y hacia donde se dirige?
A muchos se les olvida que sus padres o abuelos fueron emigrantes. Que huían, por ejemplo, de la Guerra Civil Española o de la Segunda Guerra Mundial. No sólo por hambre, si no, en muchos casos, por ideales políticos. Huyendo del fascismo debido a su ideología de izquierda o de los "rojos" por sus creencias religiosas. Vi varias imágenes criticando que se montaran en barcas para cruzar el mar, teniendo más cerca países como Emiratos, más ricos y de igual cultura. ¿Por qué no le preguntan eso a sus abuelos cuando decidieron cruzar el océano Atlántico durante meses para venir a Venezuela, Cuba, Argentina o Estados Unidos, en vez de irse a Suiza, Holanda o Dinamarca como hicieron algunos? Es como criticar a nuestros amigos que prefirieron irse a España porque tienen papeles y por tanto, ayuda económica y no se fueron a Costa Rica o Chile, que están mejor y no hay paro. Yo misma, si alguna vez me voy de Venezuela, quisiera irme a España por la misma razón. Y porque mis amigos están allá y siempre es mejor estar acompañado que solito.
Entiendo que todo el tema de ISIS y los ataques terroristas nos hayan puesto con los nervios de punta. También entiendo a aquellos que se quejan de que, sobre todo los musulmanes, no se adaptan a la nueva cultura y pretenden que todos a su alrededor se adapten a ellos. Pero entiendo mucho más a los que huyen. Porque muy mal tiene que vivir alguien para montar a sus hijitos en una balsa y echarse al mar en medio de la noche. Mucho miedo debes tener para tomar una maleta, tus ahorros en efectivo y cruzar maizales y monte sin saber si vas al este o al oeste y qué tipo de gente te vas a conseguir en el camino.
Usen el corazón, su alma, su cerebro o lo que sea que active sus emociones y piensen en ustedes mismos, montados en un barquito de madera, con 400 personas más, saliendo desde África con un tipo que les prometió llevarlos hasta Inglaterra si le pagas 500$ o 1000$ (en muchos casos, los ahorros de toda una vida) mientras los coge una tormenta que amenaza con lanzarlos a todos al agua. Imaginen que están en una aldea siria donde oyen disparos todos los días, cada vez más cerca, con la bandera negra de ISIS, mientras recogen a sus hijas pequeñas para que no sean violadas o asesinadas y le hacen caso a un señor que les promete hacerlos llegar a Austria si se montan en un camión una vez que lleguen a Turquía, para luego dejarlos abandonados en mitad de la carretera porque todos murieron asfixiados.
Yo no soy particularmente tolerante. Vivir en Venezuela me ha hecho odiar y mucho, pero hay cosas que van más allá del odio que produce algo en determinado momento. Estas cosas que he visto me hacen pensar en la calidad humana. En quiénes somos en realidad, cuando las caretas se caen de forma "civilizada" entre comentarios aparentemente racionales entre gente aparentemente tolerante. Si vuelvo a leer a un amigo criticar las decisiones que toman esas personas pensando en una mejor vida, voy a explotar. Si vuelvo a leer que un refugiado tiene que vivir en un campo hacinado porque ya salió del país donde se sentía en peligro, creo que voy a eliminarlos de mi vida. No puedo estar rodeada de gente que llena su Facebook durante 2 días con fotos de Aylan (el niño muerto en la bahía de Turquía) y luego se queja de que no los dejen usar traje de baño en Egipto. No vayas a Egipto, y ya. Usa tu traje de baño en Punta Cana. Deja de pensar en una forma de vengarte.
"Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego" Mahatma Gandhi.

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