
Como acabo de estar en la boda de unos amigos, se me ocurrió escribir sobre el tema. Primero porque ya estoy en la fulana edad en la que hay que casarse y después porque es un tópico súper recurrente entre mis amigos ya que, normalmente, vamos a unos 3 o 4 matrimonios al año. Hay tantos tipos de celebración como de novios. Grandes, pequeñas, temáticas, privadas, etc... pero todas tienen su encanto y a todas las van a criticar... hagan lo que hagan los novios, siempre habrá alguien descontento con la comida, la música, la decoración, la hora, la bebida y un sin fin de aspectos. Y en esa tónica, quise describir los 5 tipos de bodas que más me llaman la atención. Todos, creo, hemos estado en al menos una así...
1.- La Boda de los Padres. Todos nuestros progenitores quieren ayudar con la organización del bodorrio. Normalmente la madre de la novia es la que más atención pone. Pero, si ellos están pagando, la cosa se pone intensa. Comienzan a incluir gente en la lista de invitados a la que sólo hemos visto 2 veces y si nos quejamos viene la cara de desaprobación de la suegra y las excusas del suegro que dice -"Recuerda que tenemos muchos compromisos". Se pegan a todas las reuniones con la wedding planner para opinar sobre menú, piden demos de las orquestas aunque uno ya supiera cuál quería y decide qué tan pronunciado será el escote del vestido de novia en la prueba con el diseñador. Al final, la fiesta parece recién salida de la máquina del tiempo en 1985 y hay que abrir la rumba bailando un paso doble.
2.- La Boda Apurada. No me digan que nunca fueron a una de estas. La primera, a la que vamos cuando tenemos 22 años. Son rápidas y mal organizadas porque a la novia suele urgirle el asunto. No hay tiempo para ir a Miami a comprar vestido y cotillón y menos para que Gustavo Monagas se encargue de diseñar nada. Una tienda de alquiler de trajes finiquita todo: vestido de novia, de mamá, los frac de novio, padres, hermanos, padrino, niños del cortejo, etc. La despedida de soltera fue aburridísima porque ella no puede beber y la de él es lo más misterioso del mundo porque de seguro todos se portaron malísimo ya que suelen ser muy jóvenes. La suegra de la chica tiene mala cara y llora cuando entrega a su bebé a esa desgraciada que -"le montó una barriga para robárselo de su lado y destruir el prominente futuro que ella le tenía planeado" El cura da un sermón basado en la virtud mientras todos están incómodos y la dama de honor se emborracha y se tira al padrino en el baño.
3.- La Boda Farandulera. Todos los que conoces están invitados a esta fiesta. Llegas al salón más grande de Caracas y resulta que tienen más gente que Casillas y Sara Carbonero. No entiendes si vas a un matrimonio o a un rave porque en la puerta te reciben 2 tipas volando en unas telas blancas y dentro, los mesoneros son zanqueros envueltos en luces de neón. La miniteca más in acompañada de la orquesta más cara de la ciudad (que no necesariamente la mejor). Hay estaciones de comida chiquita, gourmet y que no sabes qué es, el whisky de cada mesa es una botella de Swing y en la barra de bebidas hay de todo lo que se puede tomar. A las 2 am se presenta la sorpresa de la noche que es Juan Luis Guerra con Wisin y Yandel y las arepas de las 5 am te las comes al ritmo de David Guetta que vino sólo para mezclarles a los novios. Al final te vas sin darle el regalo porque no te acordabas con tanta emoción... y los novios... ni tan panas tuyos son.
5.- La Boda Todo Sale Mal. Y sí, que hay mamás que se visten de blanco el día del matrimonio de la hija. Y suegras que tratan mal a la muchacha delante de todo el mundo. Y suegros que se echan dos tragos y se quieren levantar a cuanta carajita de 18 años hay bailando reggaetón. Y papás que, con los mismos dos tragos, quieren pegarle al hermano del novio que es del Barcelona. Hay bodas en las que la comida es el objeto más misterioso porque aparece poco y mal y en las que la música pareciera salida de la peor estación de radio de la historia. La niña que llevaba las arras las lanzó por el pasillo de la iglesia en un ataque de ira y los 300 invitados no dejan de hacer cola para tomarse fotos con los pobres novios que mueren de sed y hambre. Sales con la sensación de que todo fue una broma y próximamente te lo explicarán.

En fin, que una boda siempre es motivo de alegría, sea cual sea. Y como escribí antes, puede ser la mejor del mundo que siempre alguien la criticará. Lo importante es que las 2 personas que deciden unirse y celebrar con su gente más querida la pasen genial y que la vida los llene de felicidad.
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